Si tu Xbox One® no lee un disco, no enciende o hace ruidos extraños, no estás solo. Los jugadores han informado que enfrentan problemas con su Xbox® que van desde chirridos hasta juegos que no se instalan. La buena noticia es que podemos ayudarte a volver al juego rápidamente.

Ya sea una computadora congelada o una consola de juegos retrasada, los expertos de tienen el conocimiento para resolver todas sus necesidades de atención tecnológica. Aquí han reunido los cinco problemas más comunes de Xbox One y sus soluciones.

1. Xbox One no se actualiza

Si tu Xbox One no se actualiza, puede impedirte acceder a casi todos los modos de juego, incluso a los juegos para un jugador sin conexión. Aquí hay cuatro posibles soluciones para que pueda volver a encarrilarse rápidamente:

Vuelva a verificar que esté conectado a Internet yendo a Configuración> General> Configuración de red y seleccionando Probar conexión de red. Verifique si los servidores de Microsoft están inactivos. Conecte su Xbox One a la web a través de Ethernet. Apague su Xbox One , desconéctelo durante 30 segundos, luego vuelva a enchufarlo y enciéndalo.

2. Pulido de discos de Xbox One

¿Tu Xbox One hace un ruido extraño? Es muy probable que se trate de la unidad de disco de la Xbox One chirriando debido a un engranaje suelto. No raya los discos de tus juegos, pero los hace imposibles de leer. Este problema lo ve mejor un experto en reparación de consolas de juegos.

Si su consola simplemente no lee discos, tenemos una guía para eso: Por qué su Xbox One no lee discos y cómo solucionarlo.

3. Xbox One no se enciende

Si su Xbox One no se enciende, o solo se enciende brevemente antes de volver a apagarse, es posible que tenga una fuente de alimentación defectuosa. Si este es el caso, es posible que también veas una luz parpadeante o negra en la consola. Prueba estos pasos para volver al juego:

Desenchufe su Xbox One. Espere 30 segundos. Vuelva a enchufar su Xbox One para restablecer la fuente de alimentación interna.

4. Xbox One se apaga inesperadamente

Si su Xbox One se apaga abruptamente, este es un conjunto de problemas diferente que si no se inicia. Pruebe estas dos soluciones primero. Si ninguno de los dos funciona, es posible que desees considerar reemplazar tu fuente de alimentación.

Limpiar las rejillas de ventilación: Utilizando aire comprimido y un cepillo de cerdas suaves. Para conocer los pasos detallados, consulte nuestra guía sobre cómo limpiar de forma segura su Xbox One. Seleccione No apagar automáticamente: hay una configuración que puede ser la causa del apagado repentino de su Xbox. Vaya a Perfil y sistema > Configuración > General > Modo de energía e inicio. En Opciones, seleccione Apagar después > No apagar automáticamente.

5. Los juegos no se instalan

Si su Xbox One no instala juegos, primero verifique que su disco esté en buenas condiciones. Si no hay rayones o deformaciones visibles, verifique que su consola tenga instalada la última actualización:

Vaya a Configuración > Sistema > Actualizaciones y descargas > Actualizar consola. Si ve “No hay actualizaciones de consola disponibles”, su sistema está actualizado; si ve “Actualizar consola” o “Actualización de consola disponible”, seleccione la actualización y comience la instalación.

Si el disco está en buenas condiciones y tu consola ya estaba actualizada, intenta instalar el juego sin conexión yendo a Ajustes > General > Configuración de la red y seleccionando Salir de línea antes de insertar el disco del juego. Vuelva a conectarse a Xbox Live cuando haya terminado y el problema debería resolverse.

Si ha probado estos pasos y aún necesita un poco de ayuda, estamos a la vuelta de la esquina. Programe una reparación en la tienda uBreakiFix® by más cercana y nuestros expertos certificados podrán hacer que su dispositivo vuelva a funcionar el mismo día.