Esper biónica
Si usa anteojos, es posible que se haya dado cuenta de que su déficit visual también puede ser una bendición de estilo inesperada. Gracias a una empresa que combina robótica portátil con un diseño impresionante (y recientemente galardonado), lo mismo se está aplicando a las prótesis.
Esper Bionics, una startup con sede en Nueva York que desarrolla dispositivos de mejora humana, recibió recientemente el premio Red Dot: Best of the Best 2022 por establecer nuevos estándares en la industria del diseño. La empresa fabrica una prótesis impulsada por IA que es muy hábil, notablemente ligera y tiene una elegancia inconfundible. Es parte de una línea de productos tecnológicos que enfatizan la forma para mejorar la función subyacente: una bienvenida salida de un sector de dispositivos médicos cuyo diseño dominante se describe mejor como antiséptico.
“Esper Hand logra una funcionalidad integral que se acerca sorprendentemente al movimiento natural de la mano”, escribieron los miembros del jurado de Red Dot. “Su tecnología de autoaprendizaje contribuye de manera importante a que los usuarios puedan realizar las tareas cotidianas de forma independiente. Su apariencia técnicamente elegante hace de la prótesis un producto de estilo de vida que el usuario usa con confianza. Además, el diseño garantiza una forma específica de género al abordar con sensibilidad diferencias anatómicas.”
Por supuesto, la forma debe conspirar con la función. Nos hemos mantenido al tanto de un verdadero salto cuántico en la tecnología de prótesis en los últimos años, con la ayuda de una convergencia de tecnologías que incluyen inteligencia artificial, robótica, detección y fabricación en pequeños lotes, que permiten productos personalizados a escala.
Esper Hand puede captar señales de músculos individuales, lo que hace que su control sea tres veces más rápido que otros productos similares. También es más ligera (380 g) que muchas otras prótesis de mano. Los controles, al igual que con la última generación de prótesis controlables, se realizan a través de una interfaz cerebro-computadora portátil no invasiva. Una solución de software basada en la nube individualiza el control de la mano.
La inteligencia artificial y el aprendizaje automático han sido de gran ayuda para el desarrollo de prótesis. Cuanto más lo usa el usuario, mejor se vuelve. Puede detectar los patrones de comportamiento más repetidos del usuario y así predecir sus intenciones y movimientos. Esto le ayuda a entrenarse para moverse de forma intuitiva, sin ningún esfuerzo por parte del usuario. También se puede controlar y entrenar a través de una aplicación móvil.
Todo lo cual subraya una nueva realidad que está surgiendo y que es motivo de esperanza entre los usuarios de prótesis. Ponerse un brazo elegante puede ser como ponerse un par de gafas elegantes, en parte una herramienta de mejora y en parte una declaración de estilo. Como dijeron los jueces de Red Dot y el equipo de Esper cree, es un producto de estilo de vida.
“Al desarrollar el producto Esper, siempre recordamos que se trata de reescribir millones de historias de vida, de ayudar a las personas a vivir vidas más plenas. En nuestro proceso de desarrollo, la tecnología y el diseño juegan juntos… La unión de estos dos nos permite incorporar la belleza, diversidad y evolución del cuerpo humano en el diseño de productos Esper”, dice Dima Gazda, CEO y cofundador de Esper Bionics.