El diseño siempre debe mantener informados a los usuarios sobre lo que está sucediendo, a través de una retroalimentación adecuada en un tiempo razonable.

Cuando los usuarios conocen el estado actual del sistema, conocen el resultado de sus interacciones anteriores y determinan los próximos pasos. Las interacciones predecibles crean confianza tanto en el producto como en la marca.

El diseño debe hablar el idioma de los usuarios. Utilice palabras, frases y conceptos familiares para el usuario, en lugar de jerga interna. Siga las convenciones del mundo real, haciendo que la información aparezca en un orden natural y lógico.

La forma en que debes diseñar depende en gran medida de tus usuarios específicos. Los términos, conceptos, íconos e imágenes que le parecen claros a usted y a sus colegas pueden resultar desconocidos o confusos para sus usuarios.

Los usuarios suelen realizar acciones por error. Necesitan una “salida de emergencia” marcada para abandonar la acción no deseada sin pasar por un proceso prolongado.

Cuando a las personas les resulta fácil retirarse de un proceso o deshacer una acción, se fomenta una sensación de libertad y confianza. Las salidas permiten a los usuarios controlar el sistema y evitar quedarse atascados y frustrados.

Los usuarios no deberían preguntarse si diferentes palabras, situaciones o acciones significan lo mismo. Siga las convenciones de la industria y la plataforma.

La Ley Jakob establece que las personas pasan la mayor parte de su tiempo utilizando productos digitales aparte del tuyo. Las experiencias de los usuarios con esos otros productos establecen sus expectativas. No mantener la coherencia puede aumentar la carga cognitiva de los usuarios al obligarlos a aprender algo nuevo.

Los buenos mensajes de error son esenciales, pero los mejores diseños evitan cuidadosamente que ocurran problemas en primer lugar. Elimine las condiciones propensas a errores o verifíquelas y presente a los usuarios una opción de confirmación antes de comprometerse con la acción.

Hay dos tipos de errores: deslices y equivocaciones. Los resbalones son errores inconscientes causados ​​por falta de atención. Los errores son errores conscientes basados ​​en un desajuste entre el modelo mental del usuario y el diseño.

Minimizar la carga de memoria del usuario haciendo visibles elementos, acciones y opciones. El usuario no debería tener que recordar información de una parte de la interfaz a otra. La información requerida para utilizar el diseño (por ejemplo, etiquetas de campo o elementos de menú) debe ser visible o fácilmente recuperable cuando sea necesario.

Los humanos tienen memorias limitadas a corto plazo. Las interfaces que promueven el reconocimiento reducen la cantidad de esfuerzo cognitivo requerido por parte de los usuarios.

Los atajos, ocultos para los usuarios novatos, pueden acelerar la interacción del usuario experto para que el diseño pueda atender a usuarios experimentados y sin experiencia. Permitir a los usuarios personalizar las acciones frecuentes.

Los procesos flexibles se pueden llevar a cabo de diferentes maneras para que las personas puedan elegir el método que más les convenga.

Las interfaces no deben contener información que sea irrelevante o que rara vez se necesite. Cada unidad adicional de información en una interfaz compite con las unidades de información relevantes y disminuye su visibilidad relativa.

Esta heurística no significa que tengas que usar un diseño plano; se trata de asegurarte de mantener el contenido y el diseño visual enfocados en lo esencial. Asegúrese de que los elementos visuales de la interfaz respalden los objetivos principales del usuario.

Los mensajes de error deben expresarse en un lenguaje sencillo (sin códigos de error), indicar con precisión el problema y sugerir una solución de manera constructiva.

Estos mensajes de error también deben presentarse con tratamientos visuales para ayudar a los usuarios a notarlos y reconocerlos.

Es mejor si el sistema no necesita ninguna explicación adicional. Sin embargo, puede ser necesario proporcionar documentación para ayudar a los usuarios a comprender cómo completar sus tareas.

El contenido de ayuda y documentación debe ser fácil de buscar y estar centrado en la tarea del usuario. Sea conciso y enumere los pasos concretos que se deben llevar a cabo.