Las etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) se han convertido en un componente clave del comercio global, permitiendo a las partes interesadas rastrear activos físicos de manera rápida y confiable. Si se implementan correctamente, las etiquetas podrían usarse en una nueva clase de dispositivos portátiles diseñados para rastrear el movimiento físico y el cambio de forma.
Investigadores de la Universidad Carnegie Mellon han descubierto cómo se podrían utilizar las etiquetas RFID para controlar avatares virtuales o indicar a los usuarios encorvados que se sienten erguidos.
Las etiquetas RFID son económicas, no necesitan batería y se pueden lavar, lo que las hace atractivas para los desarrolladores.
“Al colocar estas etiquetas RFID similares a papel en la ropa, pudimos demostrar una precisión milimétrica en el seguimiento del esqueleto”, dice Haojian Jin, Ph.D. estudiante en el Instituto de Interacción Humano-Computadora (HCII) de CMU.
La innovación es la estrategia que utilizaron Jin y sus colaboradores para rastrear las etiquetas. Las etiquetas RFID funcionan rebotando ciertas frecuencias. Si quisiera idear un método para rastrear el movimiento usando múltiples etiquetas RFID, la forma más sencilla sería rastrear la retrodispersión usando múltiples antenas para triangular la ubicación. Pero eso no es práctico en aplicaciones del mundo real.
En cambio, los investigadores de CMU utilizaron una única antena móvil para esencialmente montar un sensor de tiempo de vuelo. A medida que la retrodispersión proviene de múltiples etiquetas incrustadas en la ropa, por ejemplo, se pueden utilizar diferencias sutiles en la sincronización de la señal de un sensor a otro para calcular el movimiento y los cambios de forma de un objeto.
La ropa con RFID incorporado podría ser una alternativa a los dispositivos de seguimiento de movimiento como Fitbit. RFID también podría superar a los sistemas basados en cámaras como Kinect para controlar avatares en entornos virtuales.
La retrodispersión de las matrices RFID también se puede utilizar para interpretar las formas cambiantes de los objetos, que es el tema de la investigación de Jin y Jingxian Wang, Ph.D. estudiante en el Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática (ECE) de CMU.
“Podemos convertir cualquier superficie blanda del entorno en una pantalla táctil”, dijo Wang. Un portavoz de CMU me dijo que las alfombras inteligentes, por ejemplo, podrían detectar la presencia y la ubicación de personas o usarse para controlar juegos o dispositivos.
“Los peluches podrían responder o registrar de otro modo apretones y flexiones”, según el portavoz del CMU. “Las almohadas inteligentes podrían ayudar a realizar un seguimiento de la calidad del sueño”.
RFID también podría monitorear infraestructura vital. Los investigadores de CMU, por ejemplo, midieron la curvatura de un puente en Pittsburgh arrastrando una serie de etiquetas RFID.
“Realmente estamos cambiando la forma en que la gente piensa acerca de la detección de RF”, dice Jin.
Las etiquetas, en promedio, cuestan menos de un dólar. Actualmente, la mayoría de los teléfonos inteligentes no pueden leer aplicaciones RFID de 900 MHz, pero incluir esa capacidad en teléfonos futuros podría desbloquear una alternativa barata a los costosos sensores portátiles.